La pesca de la modalidad de arrastre es llevada a cabo por embarcaciones denominadas arrastreros. Su tripulación varía entre 4 y 6 personas. Los arrastreros de la flota de Motril presentan la proa llena para romper el agua y la popa cerrada. Son todos arrastreros de popa, es decir, calan y viran el arte por la popa del barco con la ayuda de la maquinilla. Salen a pescar al amanecer (5:00 h.) y regresan antes del atardecer (17:00 h.).
Esta modalidad de pesca destaca por la búsqueda y eficacia en la localización de las capturas caracterizadas por una gran diversidad de especies. El arte de arrastre de fondo es portado por una embarcación que, barriendo el fondo del mar, captura los organismos que encuentra a su paso, tratándose, por tanto, de una modalidad de pesca activa.
El arte de arrastre que se utiliza en esta región surmediterránea corresponde al tipo denominado genéricamente «baca», que adopta variaciones según la potencia del barco o la profundidad a la que vayan a arrastrar. Se larga y se vira por medio de la maquinilla, situada en el centro de gravedad del buque, que consta, esencialmente, de un saco troncocónico que se abre en una amplia boca y dos alas o bandas, que la limitan en los laterales, y que acaban en los calones. Para mantener el arte abierto verticalmente durante la faena, se le ha provisto de unos flotadores en la parte superior y de un burlón lastrado de plomos en la inferior. Las puertas, que se sitúan en el extremo de los calones, son las encargadas de mantener la mayor abertura horizontal y la tensión en todo el aparejo.
Todos los artes de arrastre están constituidos por diversas piezas de red (generalmente todas de polietileno), que van disminuyendo en luz de malla desde los extremos de las bandas hasta el extremo final del copo. Estas son: bandas, alas y cielo, manga, golerón y copo. El arte, una vez calado, va unido al barco por medio de los cables. La longitud que se larga de los mismos depende de la profundidad a la que se realice la faena.
PRINCIPALES ESPECIES OBJETIVO
El arrastre actúa sobre los organismos bentónicos, es decir, los que se desarrollan en íntima relación con el fondo marino; y demersales, aquellos que habitan en la zona marina profunda más próxima al fondo, capturando las especies que encuentra a su paso, que viven enterradas o buscan el alimento en el fondo.
Las principales especies objetivo son: merluza (Merluccius merluccius), rape (Lophius piscatorius), bacaladilla (Micromesistius poutassou), besugo (Pagellus spp.), salmonete de fango (Mullus barbatus), gamba blanca (Parapenaeus longirostris) y cigala (Nephrops norvegicus).
Textos adaptados. Fuente: Diputación de Granada